OHANA SIGNIFICA FAMILIA, FAMILIA QUE NO SE OLVIDA Y QUE SIEMPRE ESTARÁ JUNTA.
Nos querremos mas que a nadie pa' que no corra ni el aire entre tú y yo.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Esa mezcla de sonrisas (y rock'n'roll).

Sé cómo sonríes cuando te dicen algo bonito,
y cuando te has pasado con la cerveza.
Sé cómo sonríes a la suerte,
a la vida y a la libertad,
cómo cuando sueñas,
cómo cuando tienes un buen día
y cuando no te apetece levantarte de la cama
por tenerme al lado.

Sé cómo sonríes al amanecer,
enredado entre las sábanas
y buscándome pegada a ti.
Sé cómo sonríes a los gatos negros,
cada noche de diciembre
acurrucado en mi calor,
cuando camuflas la cara entre mis rizos
y cuando me coges en brazos
sin intención de dejarme caer.

Sé cómo sonríes al rozar
las cuerdas de tu guitarra,
y en las duchas compartidas
sin canciones desafinadas.
Sé cómo sonríes
con 65 palabras exactas,
con mi voz al otro lado de la línea
y al otro lado de tu espalda.

Sé cómo sonríes a la primavera
disfraza de amapolas,
a las canciones que te recuerdan algo,
a los lunares que encuentras en mi espalda.
Sé cómo sonríes cuando te callan
(con palabras o con besos),
a la puerta de mi casa.

Sé cómo sonríes a la Luna
cuando resplandece en el cielo
las noches de Agosto
y cuando te acompaña
cada noche sobre tu pecho.
cómo sonríes cuando el Sol
acaricia tu piel por las mañanas.

Sé cómo sonríes cuando llevo pintalabios
y no te puedes resistir a quitarmelo
en 5 minutos,
casi ahogándome entre tus besos.
Sé como sonríes a la tristeza
cuando amenaza con enfriarte
hasta los huesos y la rechazas
por mí.

Sé cómo has sonreído ahora
al leer todas las tonterías
que he podido llegar a escribir
solo sobre ti, para ti.

lunes, 5 de mayo de 2014

Maravillas, o eso dicen.

La sonrisa de Cheshire. Convertir un martes en azul, por eso de que "El azul es un color cálido". El libro que descansa sobre tus piernas de madrugada. Las ojeras de una noche riendo. Todas y cada una de las formas de escapar, contigo, de ti. La luna cuando no se ve o cuando se muere. La poesía que nadie es capaz de recitar, de repetir. La deliranza. Follarnos hasta creernos ceniza. El calor de las noches de Diciembre. Las horas muertas del mes de Abril, maldito Abril. Despertarse por las mañanas escuchando Here comes the sun. Las noches en vela llenando folios de tonterías absurdas. Los labios color rojo, como si hubieras besado una amapola. Las huellas dactilares de los espejos rotos. Los libros ajados, gastados, llenos de recuerdos y los nuevos con sus nuevos olores y sus páginas blancas e impolutas. Un vestido verde por los suelos. La voz de Springsteen sobre la almohada. Tus Converse blancas sobre un césped de margaritas. Mis dedos en tu cuerpo, interpretando la mejor obra para piano que jamás se escribirá. Los barrancos detrás de los que se esconde el mar. Los martes 13. Las tardes de colegas y cerveza. Mis clavículas llenas de mordiscos. Sweet Child O' Mine en los amaneceres de verano. Confiar en volar y no darse la ostia. El caos absoluto. La sonrisa de Amelie Poulain. Ser todo menos miedo. El cruce de miradas en una sala llena de gente. Las pestañas húmedas. Quedarse despierto por ver como alguien amanece enredado entre tus sábanas. Abrazar a alguien junto a las vías de un tren. La gente que no utiliza excusas. Bailar con la persona equivocada mil y una veces. Atardecer en tu mirada. Que se te erice la piel. Los diluvios. Un campo de girasoles. Los brazos que se hacen hogar. Que te hagan sonreír un día nublado. El silencio. El café que se queda frío cuando desayunamos juntos por las mañanas. El vaho de los cristales. Los acordes de tu felicidad. Nuestros pies descalzos bajo la misma manta.

Que bonito eso de saber que a cada paso que yo dé lo darás tú también.

Siempre así.