Diciembre te eligió a ti para perderte entre sombrillas de playa y besos a quemarropa. Irónico. Hoy sois todos tan Bob Dylan con Make you feel my love que suena hasta bonito y terrorífico al mismo tiempo. Yo me siento en un banco, y con la música en alto taraeo a Bowie, Heroes.
Qué será de nosotros el día que dejemos de decepcionarnos, no somos más que héroes de pacotilla, guerreros curtidos en batallas perdidas, inseguibles modelos a seguir, metas alcanzables para un cualquiera. Y eso es tan triste, que suena hasta inocente. Huracanes y ganas, ganas de volver atrás o de seguir adelante o de quedarse quieto, pero no de salirse de tanto camino.
Hoy en día vivimos entre femmes fatal y poetas suicidas en busca de musas inconclusas. De todos los Peter Pan y Alicias perdidas por sus países maravillosos. Nos ahogamos entre maletas, zapatos de charol y camisas blancas. Entre ruido que no nos permite gritar, ayer escuche un grito, desgarrador, silencioso, revolución.
Baila conmigo, y písame los pies, escóndete a la vista, vuela, duerme sin tener que soñar, tírame al suelo, ponte justo encima y entonces dispara.
Hoy llueve, éxtasis, bailemos en París entre todos esos paraguas grises y caras tristes, por desgracia, no puede llover siempre.