'Si escribo versos es porque no sé escribir aviones. Mis poemas son mi pequeña forma de acariciarte.'
sábado, 22 de noviembre de 2014
Las cosas que nunca dije.
Porque nunca será tu espalda la de mis rutinas, nunca serán mis ruinas las que reconstruya (cualquiera).
miércoles, 1 de octubre de 2014
“Una petición es un poema y un poema es una petición.” - The dreamers.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Ahora que llega el frío.
Será cierto eso de que con los pies fríos no se piensa bien. Y de repente, vuelo, vuelo a tal velocidad que temo estamparme contra mí misma, pura piedra. Tú, en cambio, que no parabas de volar por eso de ser aire, emprendiste tu último vuelo y ahora no despegas los pies de la tierra. Que ironía, hipocresía.
Escucho a gritos y a voces mi canción y tu voz sigue desangrando(me) cada amanecer. Añoro esa postura de femme fatale que nunca tuve. No pensaba que la autodestrucción pudiera llegar a ser tan agradable.
De todas formas, seguro que sigues deshojando margaritas, oliendo las páginas de los libros nuevos de poesía (de cualquier otra). Pero aún así, ¿qué coño saben las flores de la primavera?, ¿qué cojones sabe la poesía de ti? Nada, ni siquiera yo lo sé, a pesar de intuir que la mezcla de ambas podría ser mi cielo, a pesar de saber que nunca creeré en él.
Hoy he vuelto a nuestro bar, a dos pisos del suelo, y a tres palmos de las nubes, y sobre la mesa de siempre vuelve a reposar el libro de Escandar, al lado de un café con leche que quema demasiado. Al menos él ha encontrado la manera de arder.
Y yo, ilusa, sigo esperando que subas esas putas escaleras, amarrado a una cerveza, sonriendo como siempre, o como nunca, y que te pares a mirar por la ventana, fingiendo tener el mundo a tus pies. Pero bueno, aquí sigo, en la mesa de siempre, con el libro de siempre, la taza de café de siempre, escribiendo lo de siempre, y como siempre, huyendo del frío invierno.
miércoles, 27 de agosto de 2014
Noches.
La noche cae sobre tus clavículas mientras te vistes de blanco y sonríes a la luna de las noches en vela. Y lo único que consigues es bailar con ella, sin ti. Luna, que sigues al pie del cañon, de noche en noche, de juerga en juerga, de cama en cama, de vida en vida, de boca en boca, de susurro en susurro, de ti en mí. Creces, desesperada por ver, por liberar(te), por vivir, por crecer, por sentir, por soñar, por creer. Pero los besos de los que nunca vuelven se quedaron en tus clavículas, pequeña, latiendo como un disparo a quemarropa, quemando como el hielo, susurrando palabras de odio y desamor. Desamor, ¿de verdad existes o eres tan solo un invento para hacerlo todo más bonito o menos auténtico? ¿Qué importa? ¿Algo realmente importa? Tú sigues tan tú, y yo sigo quitandome de mí mismo.
La noche cae
sobre tus clavículas
como vistiendo primaveras.
Y yo, solo yo.
jueves, 10 de julio de 2014
Y la puerta sigue abierta.
jueves, 26 de junio de 2014
Aires de poeta.
miércoles, 25 de junio de 2014
jueves, 5 de junio de 2014
Come what may.
A ella le gusta el mes de Junio. Le gusta cuando se viste con el sonido que produce el vuelo de su falda. Le gusta cuando se pinta los labios de rojo mientras escucha So payaso de Extremoduro. Le gusta cuando se asoma a la ventana y no es el frío quien la recibe cortando sus labios, sino el sol acariciando sus sonrosadas mejillas.
Ella baja los escalones como si tuviera las puntas de ballet en los pies y sale a la calle. Y cruza los pasos de cebra pisando solo las rayas blancas.
Ella se para en mitad de la Gran Vía con un café entre las manos y sonríe a todos los desconocidos que encuentra. Y se pone a bailar cuando escucha rock.
Ella escribe todo lo que se le ocurre en su cuaderno negro, con boli negro y con un gato negro pintado en la primera página. Y mientras escribe esconde su cara entre los rizos de su pelo.
Ella baila debajo de las tormentas cómo si pudiera salvar a todo el mundo, pero no es capaz ni de cuidarse a sí misma. Y hace tiempo que esconde su traje de heroína.
Ella se enamora de las amapolas que recorren su jardín. Y le gusta adornarse el pelo con margaritas, pero no le gusta jugar a "¿me quiere?, ¿no me quiere?" porque dice que las margaritas saben del amor, tanto como la mayoría de los hombres, nada.
Ella no busca a ningún poeta que la vista en versos y la desvista a medianoche. Y sin embargo, muchos la tienen como su musa.
Ella habla con la luna cuando por las noches se siente sola. Y acaricia a su gato achuchándolo entre sus brazos.
Y ella es la poesía de Junio más bonita que nadie ha escrito jamás.
miércoles, 14 de mayo de 2014
Esa mezcla de sonrisas (y rock'n'roll).
lunes, 5 de mayo de 2014
Maravillas, o eso dicen.
sábado, 19 de abril de 2014
Pólvora.
miércoles, 26 de marzo de 2014
"Nunca creímos en el cielo."
Un año después estoy en el mismo bar, a la misma hora, escribiendo esto en una servilleta de papel, esperando verte aparecer, con tus andares como si bailaras, con tu aire de revolución y tu gorro negro. Y volver a fijarme en tu risa, que parece el viento moviendo las ramas desnudas del invierno. Y de esto que tu sitio sigue vacío, igual que mi cama. Cobarde.
viernes, 14 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
Las cosas que me separaron de ti - Marwan
y como motivo principal
fueron nuestros corazones se fruta verde
incapaces de ser masticados.
El frío que hacía a tres manzanas de tu vida.
Mi alergia al compromiso, tu alergia a verte sola.
Mis ganas de saber qué películas
estaban en cartelera bajo otras faldas.
Encontrar solo el recuerdo del recuerdo
del recuerdo de lo que andábamos buscando.
Lo mucho que nos parecíamos a las parejas
a las que no nos gustaría parecernos.
Nuestra forma de no encontrar la forma de hacerlo de otra forma.
No querer que me recordaras como un cabrón
por haberte seguido sin amarte.
Pensar que ya sólo podríamos aspirar a victorias minúsculas.
Nuestra forma de hacer del amor un deporte de riesgo.
porque nunca fui del todo justo
cuando te culpé de todo a ti."
domingo, 16 de febrero de 2014
Indestructibles, ¿no?
De verdad, ¿sigues creyendo que no nos destruimos?
domingo, 2 de febrero de 2014
Porque hay buenos días que arreglan hasta un Lunes, silencios que dicen más que todas las palabras que pueda tener aquí escritas, calores que derretirían hasta los casquetes polares, tiempo que no desgasta, debilidades que arañan, sin sentidos que colocan más que un chute de heroína, cicatrices que bueno, son sólo cicatrices.
Y hay personas que se convierten en superhéroes, sin capa y sin disfraz, pero que llegan y te salvan hasta del abismo más oscuro. Y luego estás tú, que eres eso, tú.
martes, 14 de enero de 2014
Merci bien.
Tu espalda formaba las mejores calles, mejores que las de Roma incluso, sobre las que paseé con los labios. Me habías besado en ellos tantas veces que ya sabían a ti y no a mí, mientras que yo me había dedicado a dejar los míos caer sobre tus clavículas, desde la salida de emergencia de un avión precipitado. Y allí respiraban, dormían, latían a tu compás. Hasta ellos se habían acostumbrado a ti.
Abrir los ojos sin haber dormido en toda la noche y que al girarme te encuentre de frente, con tus ojos clavados en mí, y poesía despegando de tus labios en forma de "Buenos días" y que razón. No olía a café, ni a rosas, ni a ninguna de esas cosas que solemos encontrar por ahí escritas. Era algo mejor. Olía a sábanas blancas, a tu risa mañanera, a la voz ronca que tenías al despertar, a las ojeras de no dormir y juro que nunca había olido nada más delicioso. Y a pesar de estar cerrada, los rayos de Sol que entraron por la ventana esa mañana de Domingo murieron sobre tu cuerpo, al igual que yo.
Y así es como me haces calor para tus noches de invierno.