Enrédame en tus manos
como si no quisieras que me fuera,
como si el Sol no matara
cada lunar de mi espalda
entre las sábanas.
Acércate a la luna
y observa su cruel belleza.
Duerme
en las nubes de mi pelo.
Refúgiate en mí
(como si hubiera una guerra fuera).
Arráncame de las sábanas.
No me dejes respirar,
aguantar,
despertar,
volver,
sola.
Mírate,
iluso,
desesperado,
impaciente,
increíble.
Bésame
dejándome sin aire,
prendiendo fuego
a un pedazo de hielo.
Imposible.
Se mi calor
en las camas,
noches,
madrugadas,
sonrisas
(y no solo las frías).
Baila conmigo la danza
de la lluvia en verano,
como si fuera una nueva
revolución,
rebelión.
Pero no te enamores.