OHANA SIGNIFICA FAMILIA, FAMILIA QUE NO SE OLVIDA Y QUE SIEMPRE ESTARÁ JUNTA.
Nos querremos mas que a nadie pa' que no corra ni el aire entre tú y yo.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Ahora que llega el frío.

Hace tiempo que no veo su figura difuminada bailando en la cornisa de la ventana. Casi han pasado las mismas horas desde que el frío y el invierno, el blanco y el vaho solo quieren vivir conmigo. La verdad es que he llegado a pensar en echarle de menos, pero acabé descartando siempre esa absurda idea.
Será cierto eso de que con los pies fríos no se piensa bien. Y de repente, vuelo, vuelo a tal velocidad que temo estamparme contra mí misma, pura piedra. Tú, en cambio, que no parabas de volar por eso de ser aire, emprendiste tu último vuelo y ahora no despegas los pies de la tierra. Que ironía, hipocresía.
Escucho a gritos y a voces mi canción y tu voz sigue desangrando(me) cada amanecer. Añoro esa postura de femme fatale que nunca tuve. No pensaba que la autodestrucción pudiera llegar a ser tan agradable.
De todas formas, seguro que sigues deshojando margaritas, oliendo las páginas de los libros nuevos de poesía (de cualquier otra). Pero aún así, ¿qué coño saben las flores de la primavera?, ¿qué cojones sabe la poesía de ti? Nada, ni siquiera yo lo sé, a pesar de intuir que la mezcla de ambas podría ser mi cielo, a pesar de saber que nunca creeré en él.
Hoy he vuelto a nuestro bar, a dos pisos del suelo, y a tres palmos de las nubes, y sobre la mesa de siempre vuelve a reposar el libro de Escandar, al lado de un café con leche que quema demasiado. Al menos él ha encontrado la manera de arder.
Y yo, ilusa, sigo esperando que subas esas putas escaleras, amarrado a una cerveza, sonriendo como siempre, o como nunca, y que te pares a mirar por la ventana, fingiendo tener el mundo a tus pies. Pero bueno, aquí sigo, en la mesa de siempre, con el libro de siempre, la taza de café de siempre, escribiendo lo de siempre, y como siempre, huyendo del frío invierno.


Que bonito eso de saber que a cada paso que yo dé lo darás tú también.

Siempre así.