OHANA SIGNIFICA FAMILIA, FAMILIA QUE NO SE OLVIDA Y QUE SIEMPRE ESTARÁ JUNTA.
Nos querremos mas que a nadie pa' que no corra ni el aire entre tú y yo.

viernes, 4 de octubre de 2013

Rue Royal solía ser un lugar agradable

http://www.flickr.com/photos/alberto_mqb/10044657525/


"-Una pequeña historia, de Raquel Bartolomé.-

...los frescos amaneceres se recibían agradables en la cafetería ¨Rue Royale¨ , los madrugadores entraban apresurados y se arrimaban a la barra a solicitar su matutino desayuno y como no Lady Juliette se disponía a pedir su capuchino de las mañanas y sentarse en la mesa mas cercana a la cristalera desde la cual podía observar el comienzo del día en la capital francesa al margen del resto de la cafetería.

Tráfico espeso, gente ajetreada corriendo de un lado para otro atropelladamente y con caras de tener poco que contar. Juliette observaba atónita el panorama ,cruzó las piernas sorbió un trago de café y se arropó bien con una chaqueta de bonitos encajes de punto que le había regalado su hermana el mes pasado por su cumpleaños. Sus ojos se mantenían fijos en el pelotón de gente que se amotinaba en las calles y cruces de la avenida, tan ausente, no parecía estar allí, sin pestañear, extremadamente quieta, pareciendo atravesar con la mirada el cristal y cualquier otro objeto o persona que se interpusiese.
La cafetería Rue Royale solía ser un lugar agradable, situada en un lugar céntrico donde pocas veces se enturbiaba el ambiente. Entrar allí era parecido a encontrarse en el ambiente familiar de una vieja taberna Irlandesa, pero las enormes cristaleras que rodeaban el local la descatalogaban de tal. Siempre rondaba en el ambiente un olor a madrera rancia mojada en alcohol y rociada por el dulce aroma a café el cual al acercarse a la entrada atraía a todo aquel que desprevenido pasará por la puerta sin intención alguna de entrar.
Juliette acabó la taza de café, la dejó en la mesa y mientras se disponía a sacar el monedero, apareció Nicolas, el cual se acercó a la mesa de manera sigilosa a recoger, ella distraída estaba sacando el dinero del para pagar la cuenta cuando Nicolas de manera rápida y concisa levanto la taza de café de la mesa y superando las leyes de la gravedad y la dejó encima de la columna de platos y vasos apilados en la no exactamente pequeña bandeja de metal que sostenía sobre el brazo izquierdo. Sonriendo ampliamente saludó a Juliette mientras se condujo a abrir la ventana de la enorme cristalera. Juliette guardando el monedero sobresalatada por la rápida e inesperada aparición del apuesto joven se sonrojó y tartamudeo insegura -Bue-e-nos días Nicolas- mientras se incorporaba para salir de allí lo antes posible. Derrepente se percató de que la mirada de Nicolas la revisaba de arriba a abajo, lo cual hizo que se pusiera todavía más nerviosa, agilizó su acto y se despidió aproximándose hacia la puerta .Cuando ya estaba al lado de la salida, se giro para dedicarle una mirada más al muchacho antes de desaparecer, pero de repente se llevo las manos a la boca al ver que un objeto entraba por la ventana golpeando la pila de platos y vasos de la bandeja de metal haciendo que estos cayeran y crearan un gran estruendo en a cafetería , sin pensarlo dos veces se aproximo corriendo, se remango los faldones del bestido y se agachó a ayudar a Nicolas a recoger, el cual la rogaba una y otra vez que se detuviera antes de cortarse, ella le ignoró al ver que el objeto que había provocado el accidente revoloteaba entre las trozos de porcelana y cristal frenéticamente, y sin pensarlo dos veces recogió al animal y lo depositó en las manos de Nicolas el cual cara a cara permanecía fijo en los ojos de Juliette, segundos más tarde reaccionó y retiró la mirada para observar al individuo que yacía asustado entre sus dedos y sonrió mientras susurraba -Pobre animalillo..., aún agachados ella curiosa le preguntó -¿de que clase de ave se trata si se puede saber?- Negro como el carbón no era similar a los otros gorrioncillos que se acostumbraban a ver por la ciudad.
Él miro sorprendido por mostrado interés de la muchacha hacia el animal y mientras le acariciaba se incorporó, la invitó a sentarse de nuevo en la mesa y empezó a relatar:
En los extrarradios de Francia tirando más hacia el Norte de España por los Pirineos, vivía un cabrero el cual dedicó siempre la vida a sus animales desde bien niño por tradición familiar, viviendo solo y con poco más que entretenerse que la naturaleza de las montañas.
Una fría noche de invierno se quedó sin leña seca que echar al fuego, y sin la cual se vería en serios problemas de hipotermia. Decidió meter a todas las cabras en la chivitera y salir en busca de alguna corteza vieja que le sirviera de combustible para esa noche, se adentró entre los árboles de las montañas y comenzó su búsqueda. Pasadas cuatro horas sin haber dado con la corteza se sentó en las raíces que sobresalían de un árbol en el suelo y desesperado comenzó a pensar que estaría perdido en el silencio de esas frías y elevadas cumbres, entonces escuchó un dulce piar que provenía de las ramas del árbol en el que estaba sentado; nada más mirar hacía arriba vio sobrevolar su cabeza a un pequeño pajarito negro que se posó en la rama del árbol de en frente, su canto agudo y llamativo parecía querer decirle algo... revoloteaba por las ramas próximas haciendo curiosas formas en el aire, el pastor mirándolo quedó en trance y comenzó a caer en una especie de sueño...
Sin saber como ni porqué un nuevo piar comenzó a despertarle, esta vez era algo más grabe y lento que el que le dejó en profundo sueño, el pastor se despertó y sorprendido miró al cielo, el sol había cambiado de posición en apenas unos minutos en los que tubo la sensación de estar en un lugar totalmente alejado de allí, un lugar cálido y sin preocupaciones, un lugar que pareció llenar el trozo de soledad y tristeza que escondía bajo tanto abrigo. Se notaba desorientado, totalmente perdido, con mucha hambre y la sorpresa de que en vez de anochecer el sol estaba comenzando a salir,se fijó entonces en que el pájaro de por la noche no era el mismo que el de la mañana, esta vez se trataba un colorido animal de tonos azulados y amarillos , él descolocado se levantó del suelo y el animal desapareció volando en apenas pasados unos segundos, como si su tarea ya estuviese realizada, el pastor entonces desconcertado siguió buscando su leña y cuando la encontró volvió a su tarea sin dejar de pensar en lo sucedido de aquella noche...
Acudió al mismo lugar todas los anocheceres para averiguar que había pasado, como es posible que hubiese aguantado vivo a la fría intemperie de la noche en tal lugar, y así fue como para su asombro durante todos los ocasos se encontró con el mismo pajarito negro carbón revoloteandole; era realmente hipnotizante... su canto, sus movimientos; parecían hablar, le creaban una sensación indescriptible.... temía llamarlo amor...

Juliette escuchaba con los ojos como platos, estaba realmente intrigada con el enigma que le planteaba Nicolas, este, al darse cuenta de que toda la atención de Juliette estaba puesta sobre sus palabras y en consecuente sobre si mismo, decidió inclinarse más sobre la mesa y acercarse a ella para concluir la historia en una voz todavía más profunda
-Juliette, dicen que que este pájaro negro se llama Carbonero, por que en las noches en las que el pastor tenía un frío infernal, le daba el calor del carbón ardiendo en una hoguera, el calor de la tranquilidad, el calor del que añoraba en la soledad del paraíso: el amor; Es cierto que los pájaros dan mucha compañía y que te despiertan con sus alegres cantos por la mañana...
-Pero Nicolas- intervino, Juliette explosivamente -¿como puede ser que por la mañana hubiera otro pájaro de diferentes colores? -Nicolas sonrió, -Eso Juliette es porque hay dos tipos de Carboneros, los que te arropan la noche, y los que te mecen el amanecer- Juliette escuchó asombrada las bonitas palabras que salían de los labios de Nicolas de los cuales había quedado tontamente prendida sin apenas percatarse...
De pronto una voz desde la barra dio un grito inesperado que rompió el hechizo que parecía unir a los dos jóvenes; el dueño del bar reclamaba a Nicolas inmediatamente en la cocina y este se apresuró a levantarse para acudir pero antes se aproximo a la chica y le dijo:
-Juliette quedaté el pájaro, contigo estará bien, hará compañia a una chica solitaria como tú... -
Y sonriendola depositó el animal nuevamente en las manos de la chica, recogió la bandeja del suelo y reanudó su tarea como si nada hubiese pasado.
Juliette aún sentada en la mesa con el animalito ya más tranquilo entre sus manos , lo pego contra sí y salió del Rue Royale con una extraña sensación en su interior... "

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