A las 3 de la mañana llegué a casa, sonreía, y no sabía por qué, que sensación tan extraña y familiar al mismo tiempo, nunca la había echado de menos hasta que la recupere esa noche del 10 al 11 de Marzo.
Empezó una nueva historia, o la principal historia dentro de todo el paréntesis que había sido mi vida estos años. ¿Amor? No, todavía no creía en él y creo que nunca acabé de tragarlo. Algo tan grande no se puede encerrar en una palabra de 4 letras. Somos inmensamente estúpidos clasificando las cosas con meros sonidos con un sentido que solo le damos nosotros. Fui feliz, estúpidamente feliz, infantilmente. Poco a poco fuimos más tiempo juntos, compartiendo palomitas, películas, música, cama, atardeceres, sonrisas, y de todo un poco y a la vez un poco de nada. ¿Y qué he aprendido de todo? Que por muy firmes que sean tus ideas, si una persona consigue demostrarte que en parte están equivocadas, no la dejes escapar, es la "destinada" a ver tu sonrisa, buscar tu cuerpo debajo de las sábanas, escuchar tu puto silencio, y vivir contigo lo nunca vivido y lo que nunca se vivirá.
No sé adonde irá a parar esta carta de varias hojas, dentro de un sobre blanco, sin propietario ni destinatario, tampoco sé que haré con ella del todo tal vez la deje en aquel lugar estrellado, tal vez la mande a nadie por algún buzón de la ciudad, tal vez la deje en un banco cualquiera, o en el parabrisas de algún coche. Pero querido desconocido, no dejes que esta carta desaparezca, se borre, nunca.
Atentamente, su querida desconocida.
Pd2. A cualquiera que la lea le recomiendo que mientras escuche todas las canciones anotadas aquí, para hacerse a la idea principalmente o como diría cualquier actor para meterse en el papel.
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