Solo tengo que mirarte a ti, porque en este mundo no todo es tan malo. Ahí tienes los mares, las estrellas, el cielo, las tardes de verano y las mañanas de Enero. Ahí tienes los eclipses de sol y la luna llena de primavera. Ahí tienes los caminos de hojas secas del otoño, las tardes con la gente que quieres. Ahí tienes una media hora de risas sin parar, de esas que se te saltan las lágrimas y te duele todo el abdomen, la piscina, bailar, la nieve, las reconciliaciones después de una pelea. Ahí tienes los besos a escondidas, la vida misma. Ahí tienes los colegas, los hermanos, aquellas personas que siempre te apoyan, son pocas, pero hacen un gran montón. Ahí tienes los ositos de peluche, las vacaciones, los rayos del Sol en verano. Ahí tienes los amaneceres de sonrisas.
PORQUE AL FIN Y AL CABO EL MUNDO NO ES TAN MALO, y menos si estás tú.
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