Standby, siempre en estado de espera.

"Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas. Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espíritu. Me entristecen quienes me venden clínex en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que sólo son simples marionetas.
Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos, las sirenas que ululan en las noches de fiesta, los códigos de barras, el baile de etiquetas. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido,parado frente al mar mientras que el mundo gira."


BEBE RUBIA LA CERVEZA PA' ACORDARSE DE SU PELO.
Extremoduro.

Álbum de sonrisas.

Alguien muy sabio, o no tanto, me dijo una vez, conserva a las personas con mayor corazón, son las que más sonrisas te sacarán día tras día, que cuando llames ellos responderán. Y eso hice, las mejores sonrisas son con las que me quede, colecciono las mejores sonrisas. Por eso este es mi mundo, y ellos mi sonrisa favorita.

Laura, Elena, Rodri, Pao, Andre, Noe, Vero, Alberto, Jose, DeVega, Santi, Bitis, Marta, Carmen, Irene, Esther, Isa, Belén, Mónica, Pilar, Silvia, Eva, Óscar, Alicia, Carla, Carlota, Carmen, Karmen, Elena, Vanesa.

Un simple GRACIAS ya se os queda corto, grandes, pequeños, de siempre o desde hace poco, da igual, demostráis día a día que vale la pena luchar por todos vosotros.Gracias por el mero hecho de respirar, gracias por cada una de las maravillosas sonrisas que habéis sacado a mi lado.

I'm free to be whatever I, whatever I choose.

LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD. Aquello con lo que todos nacemos y muchos pierden con el tiempo, se atan con nudos de marinero, y de lo que no se dan cuenta es de que la libertad es lo más grande, lo mejor, por encima de todas las cosas. De lo más grande a lo más pequeño, libertad. Sentirte volar.

Me la suda todo lo que puedas ladrar, siempre amé la libertad. 

Érase una vez, en un lugar muy lejano...

Un sitio en el que no existen zapatitos de cristal, ni manzanas envenenadas, ni carrozas de calabaza, y donde los ratones no hablan. En ese sitio no existen las princesas delicadas a la espera de su caballero de brillante armadura. En ese sitio las ranas no se convierten en príncipes hermosos y valientes con un beso. En ese sitio los príncipes azules se extinguieron hace ya un tiempo, si es que alguna vez existieron. En ese sitio se mira mal a la gente que es diferente, no digo rara, solo diferente, donde los niños son considerados tontos. Es un sitio en el que lo más importante siempre es el futuro, incluso por delante del presente. Es un sitio en el que los buenos no son tan buenos y los malos son muy malos, sitio en el que no hay tiempo para perder el tiempo. Y ese sitio se llama realidad, la puta y real realidad.

El tiempo, se supone, que lo cura todo.

Se supone que para curar las heridas de la vida no hay mejor medicina que el tiempo, o eso es lo que dicen. Entonces, ¿por qué no lo venden en las farmacias? Pequeñas botellitas de tiempo pasado, de tiempo presente y de tiempo futuro. Para olvidar el sabor de unos labios pasados, el olor de unas sábanas al amanecer pasado, la huella de una mano pasada y las miradas pasadas. Los te quiero que ya no existen, las esperas que ya no llegan, los besos de media mañana, el sentir. Dicen que el tiempo cura las heridas, y que hace olvidar, pero eso no es de verdad. Nada se olvida del todo, simplemente se apartan los recuerdos más dolorosos y no se sacan nunca a la luz, pero llega un momento, ese puto momento en que salen ellos solos, y entonces explotas. Y es que para curar las heridas de la vida el tiempo no tiene que ver, solamente las persona que la vida te va poniendo en el camino, en el destino, en ella misma.

No me quiero acordar de ti, pero es que tu corazón es difícil de olvidar.

Tocar el cielo con los pies en la Tierra.

No creo que el amor a primera vista sea cosa de los cuentos, que no existan personas buenas, que los siempre sean eternos y que los nunca sean definitivos. No creo que exista la perfección, que el mundo sea un lugar pésimo, que los sueños sean solo sueños, que aprenderse 5 pasos de una coreografía sea bailar. Bailar es sentir la música como algo más dentro de ti, sentir que puedes volar, sentirte ligera, es una sensación tan grande que ni dos horas me llegarían para describirla, por lo que dejémoslo en bailar, es bailar. Tan grande pero tan pequeño.

Tampoco creo que el cielo sea el límite si hay huellas en la luna.

Como un Peter Pan.

Pero de esos que no vuelan. Igual que una Cenicienta sin sus zapatitos de cristal y su carroza de calabaza, pues lo mismo que una Blancanieves sin su manzana roja. Un Pinocho sin que le crezca la nariz al decir mentiras, una Sirenita sin su preciado mar, un pequeño Dartañan sin sus tres mosqueteros, un Bambi sin Tambor, un Dumbo sin sus orejas, los 101 Dálmatas sin el primero, Aladín sin su alfombra, la Bestia sin su rosa y Bella sin sus libros, y así mil y un cuentos. Y de lo que no nos damos cuenta es de que todos somos incompletos, nunca somos del todo nosotros, ni lo fuimos con 3 años, ni lo somos con 16 y no lo seremos con 89
cambio continuo, círculo vicioso.

Déjame, que la luna hoy no me va a doler.

DEMASIADAS PENAS PA' TAN POCA SED.

¿Y quién no?

Y me acabo hartando, de niñatas pijas, de falsas que solo saben mentir, de niños que se creen los mejores, y de los interesados. Me harto de levantarme todas las mañanas a las 7:30, estoy harta de los "sinsentido", de los ni conmigo ni sin mí, de la gente que pregunta para cotillear con sus amigos, de los falsos te quieros, de la timidez y  de los salidos. Me harto de los exámenes, de las horas y horas de estudiar, de la impaciencia, de la prepotencia y del egocentrismo. Me harto de no poder sonreír las 24 horas al día, y de no saber por qué. Me harto de niñas que todavía esperan a ese príncipe azul que se emborracha en cada bar, me harto, me harto, me harto.

Pero ¿sabes? Si no sabes lo que es estar mal, nunca apreciarás los mejores momentos.

Es importante saber que hoy es Martes, que no podría aguantar hasta el Lunes que viene sin tocarte.

Y es que no puedo aguantar ni siquiera hasta mañana para tocarte, para verte, sentirte cerca. Y es que esperar me cansa, supongo que como a cualquiera, esperar por las mañanas, esperar el bus, esperar a una amiga que llegue tarde, esperar para bailar, esperar para salir al escenario, esperar al fin de semana, esperar a que llegue ese momento del día en que te veo, esperar a ese puto momento de sonreírte, que tú me sonrías, y sin saber por qué nos riamos como tontos al compás que marque nuestra vida. Echarte de menos me mata. Esperarte me estorba.

ERES MI ADICCIÓN, EXACTAMENTE MI MARCA DE HEROÍNA.

Y que las cosas de 3, siempre serán de 3.

Es como si a las tres casas de los tres cerditos le quitas una, como si en un triángulo amoroso quitas al enamorado, como si de los lazos de las 3 mellizas uno perdiera el color, como si de las 3 camas de los 3 ositos de Ricitos de Oro una se esfumara, como si en los Ángeles de Charlie faltara la de la izquierda, de las 3 supernenas una no volara, como si Mecano solo hubieran sido dos, como si el tío gilito solo tuviera dos sobrinos, como si de las trilogías faltara el último libro. Las cosas de 3 son y serán cosas de 3, y eso nada ni nadie lo cambia.

Nenas, que hace un par de años dijimos un siempre ¿va? Pues os aseguro que en mis planes está cumplirlo, aunque nos veamos poco se que siempre puedo contar con mi pececito y mi pollito, mis pequeñas, odio esos kilómetros, la puta distancia que no me permite veros y abrazaros cada día, y cada día preguntaros qué tal, y secar vuestras lágrimas si hay, y ver todas y cada una de vuestras sonrisas, y oír todos y cada uno de vuestros problemas o de vuestras locuras. Y que me encantaría veros todos y
cada uno de los fines de semana, y no tener que escribir todos mis problemas para contarlos, ni que vosotras me escribierais todos y cada uno de vuestros grandes consejos, sino oírlos, y oíros reíros con todas las tonterías que puedo soltar en una hora, porque nos conocemos, mucho, tanto que en cuanto alguna está mal lo notamos, porque las cosas de 3 no cambien y que siempre seamos nosotras 3.

Pero ¿sabéis lo mejor? Yo pienso que si quieres a alguien, ni la distancia, ni el miedo más grande podrá impedirlo. 

Buenos días princesita.

Sí, lo sé, es un día cualquiera. Te preguntarás por qué hoy escribo esto, pero en seguida sabrás por qué. Sabes esas venadas que me dan de vez en cuando, más que nada porque me conoces mejor que nadie. Personas como tú no hay muchas, para mí eres única pequeña. Día tras día tú eres esa pequeña gran persona que me ayuda a seguir. Me encanta cuando estoy desanimada, cuando veo que no puedo más que vengas tú, sueltes cualquier gilipollez y me alegres la mañana. Cada tarde que me sacas una sonrisa, porque no te importa hacer boberías si es para hacerme reír. Me conoces, sabes si estoy mal, si me quiero morir, si quiero volar, si quiero matar, si quiero llorar o si quiero sonreír. Eres la única persona que lo sabe antes de tener que decírselo. Que has sido, eres, y serás la mejor persona que ha pasado por mi vida, aquella con el corazón más grande, y que nadie, nadie merece que llores por él, que te quiero a morir Laura. Mi pequeña princesita, por muchos días, meses o años que pasen vas a ser mi mejor amiga, la que me saca mis mejores sonrisas en mis peores momentos, la que conoce todo de mí, la única que existe.

Si te quedas conmigo aquí, sabrás que mi palabra viste de rojo carmesí.

Miradas color coca-cola, besos rojo carmesí, sonrisas blancas nieve. Besos que matan, que mienten, que aman, que sonríen, que apasionan. Besos sin sentido, que lloran, con varios sentidos. Besos de cariño, de amigos, de noche, de día tras día, de amor verdadero, de cuentos, de verdad. Y es que si de verdad me conocieras sabrías que yo las cosas no las digo con palabras, al menos las cosas importantes, mi palabra viste de rojo carmesí, de negro azabache, de rosa frambuesa. Porque para las cosas importantes, no hacen falta palabras, sobran, incluso llegas a no encontrarlas. Hay veces que lo que queremos decir no sabemos cómo, directamente lo demostramos. No pierdas el tiempo buscando palabras, personas, que tal vez no existan.

La Diferencia entre "Gustar", "Querer" y "Amar" es la misma diferencia entre "Por ahora", "Por un tiempo" y "Por siempre".

Carpe Diem.

"Sé que seguir viviendo no es pasar las hojas de un calendario, sino entender que cada hoja de ese calendario es única e irrepetible".

¿Sabes? La vida es demasiado corta para llegar a entenderla del todo, demasiado corta para llorar por las pérdidas y para vivir sin más. Vive al máximo cada día, hora, minuto, segundo o momento, no te pares a pensar nada, solo vive. Pierde el control de tu vida, pero no te pares a encontrarlo. Besa labios correctos, labios equivocados, abraza abrazos amigos y falsos abrazos, observa el caer de las estrellas, la salida del Sol y el brillo de la Luna. Otoño, invierno, primavera y verano.


Vive Vive Vive Vive Vive

Que yo te quiero 25 de cada 24 horas al día.

Y lo que más me jode es el no poder evitarlo. Q u e r e r t e. Es que a veces es algo tan sencillo o más sencillo todavía que respirar, porque en esos momentos que me dejas sin respiración también te quiero. Y lo niego, es negable para los demás. Mientras mi cabeza dice no te quiero, mi corazón susurra te engañas a ti misma. Si tu sonríes, el resto del mundo me da igual, deja de existir. Me encantas, verdad tan innegable como que los aviones planean, los pájaros pían, como que me rayo día sí y día también. Y es que te quiero, 25 de cada 24 horas diarias, segundo tras minuto, minuto tras hora. No puedo, debo.

Si tú faltas, no me atrevo a sonreír.

¿En qué se parecen un cuervo y un escritorio?

Soy de las que piensan que en esta vida siempre tendremos una pregunta para responder, aunque no tengamos conciencia de ello. Y es que aunque no nos demos cuenta, la mayoría de ellas quedan sin respuesta.
Preguntas por resolver, tantas en tan poco tiempo.

Por eso, ¿sabrías decirme en qué se parecen un cuervo y un escritorio?

Alicia en el País de las Maravillas.

Sigue durmiendo.

Aquí estaré, esperando a que pises 

todas las mañanas grises y las tardes tuertas.

Aquí, de pie, quejío de la acera, 

el martillo para espejos de no ver, 

querrás saber de tantos manantiales 

que en mi boca desembocan como lava hambrienta, 

le contaré que nunca fui un poeta.