Las historias siempre se complican.

Está demostrado, Blancanieves casi se envenena con una manzana, Cenicienta casi pierde a su príncipe azul, Rapunzel vivía en una torre aislada del mundo, la Bella Durmiente estuvo dormida durante años, y como estas mil historias.
Las historias comienzan con bonitos principios, tanto en los cuentos como en la realidad, al principio todo es perfecto, los te quieros son fáciles, todo es perfecto. Días después llegan las discusiones, las dudas, las rayadas, y las gilipolleces que hace todo el mundo. Las reconciliaciones, pero una vez más se repite.
¿No creéis que deberíamos dejar de imitar los cuentos de princesas y vivir la vida sin más, con sus cosas buenas y sus cosas malas, dejar de complicarnos tanto, y empezar a sonreír de verdad, con fuerza?
LAS NIÑAS YA NO QUIEREN SER PRINCESAS.